A principios de 2014 Veggie Room abría sus puertas en el céntrico barrio de Malasaña en Madrid. Se instalaba en la calle San Vicente Ferrer en el local del número 21, una ubicación ya tenía una larga “historia vegana” a sus espaldas, puesto que había acogido un negocio vegano pionero como fue Vegania hace más o menos una década. Regresando al presente, Maite y Rober, sus fundadores han pasado casi cuatro años en esta coqueta tienda vegana, pero hace tan solo unos días, a finales de noviembre, han dado un paso adelante y se han mudado a un local más amplio en el número 19 de la misma vía (Calle San Vicente Ferrer, 19. Metro: Tribunal o Noviciado). Así que hemos aprovechado que Veggie Room estrena tienda en Malasaña para charlar con ellxs y transmitiros sus ideas, deseos y planes de futuro.
Tras dar el paso hacia el veganismo y abrir los ojos sintieron la “necesidad de comunicar y dar a conocer la realidad que permanece oculta desde los medios tradicionales” y pensaron que podían hacer de esa necesidad su medio de vida. “Veggie Room nace con la idea de difundir un mensaje de empatía hacia los animales, dar a conocer este estilo de vida y recibir con los brazos abiertos a todxs aquellxs que hayan dado el paso o sientan curiosidad por el mismo”, cuentan.
Fue hace casi cuatro años cuando desembarcaron en Malasaña y pusieron en marcha Veggie Room y ahora echando la vista atrás confiesan: “Los inicios siempre acarrean más ilusión que conocimientos. La pasión y el trabajo duro te van marcando el camino“, sin embargo, a la hora de hablar del barrio y de sus habitantes reconocen: “El recibimiento siempre ha sido fantástico, estamos muy agradecidxs a todas aquellas personas que desde el principio nos dieron su apoyo, y después de todos estos años siguen ahí. ¡Gracias gente linda!”.
El trabajo diario a pie de calle y también a través de las redes sociales han logrado que su tienda cada vez se haga más conocida en Madrid y en muchos otros lugares de España. Esto ha sido determinante en la necesidad de mudarse a un local más amplio, algo que se materializó a finales de noviembre y que supone un nuevo reto para Veggie Room. “Llevábamos tiempo con un montón de problemas de espacio, para preparar los pedidos, para dar cabida a más producto, y para que la gente pudiese hacer sus compras con la comodidad deseada”, explican y añaden: “Llevamos desde agosto trabajando en el local nuevo y estamos como niñxs cumpliendo otra meta que nos habíamos marcado, una tienda mas grande, más bonita, más cómoda, con más productos… sin duda otra experiencia, que viene bien para darnos fuerzas renovadas”.
La evolución de Veggie Room se enclava en un contexto de interés creciente hacia el veganismo en la sociedad y preguntamos a Maite y Rober cómo han notado este movimiento en la tienda. “El crecimiento está siendo enorme, cada vez más gente y medios se hacen eco del veganismo. Hay curiosidad, asombro y cada vez más aceptación. Este es el futuro, si queremos que lo haya, y muchas personas que nos veían con ojos raros, hoy se acercan, nos preguntan, y van probando cositas que vendemos o se acercan a restaurantes para ir quitándose prejuicios. Necesitamos un movimiento integrador, necesitamos convencerlos con nuestras mejores armas. Amor por los animales, por el planeta y sus limitados recursos y un paladar exigente y agradecido de comer tan rico”, aseguran.
En este momento el futuro de Veggie Room confluye con su presente: su nuevo local. “Ahora solo pensamos en disfrutar de la nueva tienda, y mejorarla con algunos conceptos e ideas para que la experiencia en la misma sea cada vez mejor. Cuando se nos pase el subidón, que nos conocemos, ya nos pondremos con la siguiente fase. Y a seguir sumando conciencias”.
3 comentarios en “Veggie Room estrena tienda en Malasaña”
Estuve por la tienda donde estaba antes y el trato de sus dueños es impecable, son muy cordiales. La tienda tiene de todo, ya iré a conocer el nuevo local.
El trabajo duro siempre con una sonrisa les llevará hasta donde quieran ir. Mayte y Rober son de esas personas que hacen tanta falta. Trato exquisito, conciencia, tienda bonita y todo muy rico, no se puede pedir más! Tengo la suerte de vivir cerca y pasar a visitarlos, hacer la compra, charlar un rato es uno de mis momentos favoritos en el barrio.
Los conocemos algo más de dos años, cuando dimos el paso hacia el veganismo. Ya nos gustaría visitarlos más a menudo y probar las novedades que siempre traen a su tienda, ya que vivimos un poco lejos del lugar, aunque siempre que podemos nos haremos una escapada con nuestra lista de la compra. Hace muy poco estuvimos en la anterior tienda y tenían muy callado su inminente inauguración. Estamos deseando conocer su nueva tienda y así charlar amenamente de infinidad de conceptos sobre la nueva vida que nos hemos trazado.