Plato Harvard vegano

El plato Harvard vegano, ¡comer vegetal y saludable!

El plato Harvard vegano es una adaptación dirigida a la personas con una dieta 100 % vegetal del popular plato Harvard o plato para comer saludable, creado por expertos en nutrición de la Escuela de Salud Pública de Harvard y los editores en Publicaciones de Salud de Harvard. Es una evolución de la pirámide alimentaria y está concebido como una guía para crear comidas saludables y equilibradas.

Se basa en la proporción de alimentos que se deben tomar en cada comida para seguir un patrón saludable. Al contrario que la pirámide alimentaria, que puede llevar a confusión, el plato Harvard al ser más visual es más sencillo de entender y poner en práctica. El plato para comer saludable se representa como un plato que se divide en diferentes secciones. Cada una de ellas será ocupada por un grupo de alimentos y su tamaño dependerá de la cantidad que se debe consumir en una alimentación equilibrada. Esto mismo se puede llevar a cabo para elaborar un plato Harvard Vegano.

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Plato Harvard vegano: aquí tienes su composición

El plato Harvard vegano es una adaptación para personas con una dieta 100 % vegetal del popular plato Harvard o plato para comer saludable.
Este es la adaptación vegana del plato saludable diseñado por www.diamundialdelveganismo.org con la información nutricional de Vegetarianos con Ciencia de Lucía Martínez

La composición del plato Harvard vegano es la siguiente:

La mitad del plato lo deben ocupar verduras, hortalizas y frutas: aquí animan a comer cuanto más variedad de verduras y hortalizas, mejor. Además explican que se debe comer frutas de todos los colores -en este grupo también entran las frutas desecadas- y enfatizan que las patatas no van dentro de este grupo. Si dividiéramos verduras y hortalizas por un lado y frutas por otro, el primer grupo ocuparía un 35 % del plato y el segundo, un 15 %. aproximadamente.

Un cuarto del plato va dirigido al consumo de cereales integrales y tubérculos: cereales integrales como trigo, cebada, quínoa, avena, arroz y las comidas preparadas con estos ingredientes como pasta de trigo integral, arroz integral, cuscús integral, muesli o granola sin azúcar o panes integrales porque tienen un efecto más moderado en los picos de glucosa que el pan blanco, arroz blanco, y otros granos refinados. Aquí es donde se incluirían también los tubérculos como la patata, yuca o boniato.

Un cuarto del plato centrado en las proteínas vegetales: legumbres (judías, garbanzos, alubias,, soja, azukis…), frutos secos (almendras, nueces, anacardos, pistachos…), soja o guisante texturizado, tempeh, tofu o miso, bebida de soja, semillas de lino, chía, girasol, calabaza, mantequilla de cacahuete.

Esto se complementa con el consumo de grasas saludables, la ingesta de agua como bebida principal o de café, té o infusiones sin azúcar y de la ingesta de vitamina B12. Además de con actividad física para mantenernos activos.

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