Después de la investigación Matadero, de Tras los Muros, un proyecto por la Liberación Animal, que fue realizada con grabaciones en México; presentó Dentro del matadero: una investigación realizada en 16 mataderos del Estado español, entre noviembre del año 2016 y octubre del año 2018 y ahora nos muestra en el informe Factoría. La explotación industrial de cerdos.
Entre 2019 y 2020, Tras los muros, junto a un equipo de investigación formado por personas que han elegido permanecer en el anonimato, accedieron a 32 explotaciones de cerdos ubicadas en Castilla y León, Aragón y Castilla-La Mancha. Esto les ha servido para constatar y documentar las consecuencias de la violencia que tiene lugar bajo los estándares de la industria ganadera.
Este trabajo pretende mostrar amparándose en el derecho a la información evidencias para que se debata públicamente sobre lo que les ocurre a estos animales. Enfrente se encuentra con el blindaje de la industria ganadera y la falta de transparencia institucional.
No hay que olvidar que la industria invierte millones de euros en propaganda -parte de ellos provenientes de fondos públicos- con el fin de proyectar una idea que no se ajusta a la realidad.
La desatención veterinaria, el incumplimiento de la ley de bienestar animal y los abusos descritos en el informe son situaciones frecuentes y son parte inherente a los sistemas de explotación y cría industrial de animales. Además tras leer la información, se comprueba que la normativa de protección de cerdos ni siempre se cumple ni tiene gran utilidad.
El informe explica que todas las explotaciones operan bajo estándares semejantes y están regidas por la misma normativa. La calidad de vida de los cerdos se ve comprometida en cualquiera de ellas, sean macrogranjas o pequeñas instalaciones gestionadas por familias.
El confinamiento impide el comportamiento natural de los cerdos que deben poder desarrollar para su bienestar. La frustración de sus intereses y necesidades desemboca en numerosos problemas de salud.
Muchos cerdos no soportan las condiciones de explotación y mueren en la granja. Sus cuerpos no se retiran siempre y pueden acabar devorados por otros cerdos, o por gatos y roedores.
Durante la investigación han encontrado animales en estado moribundo y cadáveres en las áreas de maternidad, de transición y de engorde. Algunos llevaban días o semanas y se hallaban en estado de descomposición.
Las medidas de bienestar animal no fueron ideadas para proteger a los animales y como muestra la Directiva de la Unión Europea, que establece las normas mínimas para la protección de cerdos y que permite el destete a la fuerza, la mutilación de genitales o el encierro de cerdas en jaulas donde no pueden ni darse la vuelta o que la Guía para la eutanasia de animales en explotaciones porcinas redactada por el MAPA permita golpear con una tubería metálica a un lechón enfermo en vez atenderlo. De hecho, en la guía se reconoce que solo “a veces” se intenta evitar su muerte.
Algunos datos del informe
Con una población superior a los 30 millones, el sector porcino español es el mayor productor de cerdos vivos de la Unión Europea.
En el macromatadero de Binéfar se matan 160.000 cerdos a la semana.
Millones de cerdos mueren cada año antes de llegar al matadero.
Más del 95 % de la carne de cerdo que se consume en el Estado español proviene de sistemas de cría intensivos.
El 94 % de la ciudadanía considera que es importante proteger el bienestar de los animales explotados en granjas.
El 64 % declara que desearía disponer de más información sobre las condiciones en las que se encuentran los animales explotados en granjas.
Foto y Vídeo | Tras los muros