Embarazo vegano

Embarazo vegano: paso a paso

Embarazo vegano es lo que para mí han sido mis períodos de gestación. Es decir, unos meses en los que he seguido con mi vida igual en lo que se refiere al veganismo, sin modificar mi manera de alimentarme 100 % vegetal o el trato con los animales con los que he convivido, en mi caso gatos y gatas.

Muchas mujeres veganas creen que un embarazo es mucho más complicado si no comes productos de origen animal o si convives con gatos por el tema de la toxoplasmosis, pero no es así.

Antes de comenzar a narrar cómo lo he llevado yo, deciros que llevo toda mi vida en contacto con gatos, y bastante, incluso muchos, vivían en libertad y los he cogido, abrazado, besado…, pero una y otra vez en mis analíticas del embarazo he dado negativo en toxoplasmosis. ¿Qué quiero decir con esto? Pues que es muy complicado contagiarse de la toxoplasmosis como bien indican cada vez más veterinarios/as.

Embarazo vegano: paso a paso

Antes de quedarte embarazada

Si estás buscando quedarte embarazada y eres vegana, te recomiendo varias cosas:

1) No te dejes asustar por tu entorno que te diga que siendo vegana te va a costar más. Eso es falso.

2) En cuanto lo tengas claro, comienza a suplementarte con ácido fólico -esto es una recomendación para cualquier mujer, no exclusivamente para veganas. Tu médico de atención primaria de la Seguridad Social te puede recetar Yodux Complex, apto para personas veganas, que contiene ácido fólico, yodo y una pequeña cantidad de vitamina B12 -no dejes tu suplementación habitual, la mía 2.000 microgramos de cianocobalamina a la semana.

3) No comiences a lo loco. Asegúrate de que tus analíticas y pruebas ginecológicas están bien.

Por mi experiencia personal te recomendaría revisar el tiroides, ver que la TSH está en unos niveles bajos -dentro de la normalidad. Después, durante el embarazo te la mirarán para que no supere unos niveles que varían durante los trimestres, pero al principio es cuando es más importante tenerla baja.

También es importante que sepas cómo estás de B12, te pueden mirar directamente la vitamina B12, pero intenta que te midan la homocisteína y el hemograma también te puede dar pistas sobre cómo estás. En este artículo Arantza Muñoz nos hablaba del tema de la medición de la B12.

Además es importante ver en qué niveles tienes la vitamina D3. Si están bajos, debes comenzar a suplementarte. Seguramente, tu ginecóloga no te los pida, pero intenta que te lo incluya. Yo comencé a suplementarme con vitamina D3 antes de estar embarazada tras consultarlo con una endocrina. Actualmente tomo 2.500 UI al día y esta cantidad me ha servido para estar en los límites normales de esta vitamina durante mis embarazos.

Aparte de las analíticas, me hice una revisión ginecológica completa: ecografía, citología y mamografía para saber que todo estaba bien. No por ser vegana, ni mucho menos, esto es una recomendación general.

4) De este modo, ya antes de la concepción tomaba: Yodux complex (Ácido fólico); Vitamina B12; Vitamina D3 y añadí DHA -los motivos: no estaba segura de poder ingerirlo adecuadamente con mi dieta: sobre todo, porque durante los embarazos he tenido mucho ardor y eso me limitó la ingesta de algunos alimentos, pero también por esto que nos cuentan en el blog de Veggunn, relacionado con la función cognitiva.

Embarazo vegano

Durante el embarazo

Esto es muy personal, pero yo decidí decir que era vegana a las personas que me preguntaran directamente lo que comía o lo que no comía y esa persona fue la matrona. No me puso ningún impedimento, solo me dijo: “Ay, es que no comes de nada”, pero mi seguridad la convenció, ya que le dije que llevaba años siendo vegana y que mis analíticas estaban bien. La hablé de que me suplementaba con B12 -durante el embarazo aumenté a 3.000 microgramos y los espacié en tres tomas a la semana para mejorar la absorción- y de todo lo que sí comía y que ella no conocía.

En el caso de la ginecóloga me comentó todos los alimentos que no debía comer, casi todos ellos de origen animal como embutido, peces de cierto tamaño, queso sin pasteurizar…, sin embargo nunca me preguntó directamente qué comía o qué no. A ella lo que le interesaba era revisar los análisis, saber cómo me encontraba y lo que veía en las ecografías.

En el tema de la alimentación y pensando, por ejemplo, en la toxoplasmosis, intenté no consumir ensaladas, smoothies y preparaciones en las que no se cocinan los vegetales fuera de casa.

En lo que se refiere a la toxoplasmosis en mis embarazos he convivido con gatos y mi única precaución ha sido no limpiar su arenero y no quitarle las heces. Esto es porque mis resultados en las analíticas eran negativos para el toxoplasma y al no haberla pasado antes, no tenía anticuerpos para combatirlo.

No pienses que por ser vegana el feto va a ser más pequeño o no se va a nutrir bien. En mi caso, debido a genética familiar, mis dos bebés han nacido rondando los cuatro kilos. Jon pesó 3,960 kg y midió 54,5 cm y Lúa pesó 3,990 kg y midió 54 cm, ambos nacieron en la semana 38.

Embarazo vegano

En el posparto

Seguramente durante la estancia en el hospital estés preocupada por si te van a poder servir un menú vegano o no, pregúntalo con anticipación. A mí sí me lo sirvieron sin problemas, eso sí, estaba mal diseñado con mucha azúcar y carente de proteína vegetal, nada de legumbres y menos de tofu o tempeh. Yo tiré de frutos secos. Al menos, lo lógico es que no pases mucho tiempo allí y sobrevivirás.

Durante mi embarazo vegano no me preocupé si podría o no dar el pecho a mi bebé por el hecho de ser vegana, por este motivo no vas a tener ningún problema, pero pueden aparecer los universales: agarre, falta de confianza, reflujo del bebé… y mil cosas más.

Lo habitual, a no ser que tengas algún causa física que lo impida, es que puedas dar lactancia materna a tu bebé si eso es lo que quieres. A mí me sirvieron mucho los consejos de mi matrona en los dos primeros meses que, con Jon, fueron realmente duros.

Afortunadamente por mi trabajo yo la he podido mantener desde el nacimiento de mi primer hijo y ahora hago lactancia en tándem con él y su hermana. Pensé que quizás la niña podría salir perjudicada, pero al contrario, está siendo una experiencia mucho más sencilla que con Jon. Estoy agotada, sí, pero no dudo en poder alimentar a mi bebé perfectamente con mi leche. En lo que se refiere a la suplementación, sigo con el DHA, además de la vitamina B12, ya en niveles de 2.000 microgramos otra vez y de la vitamina D3.

Te dejo aquí las referencias a algunos libros que te podrán ayudar en tu embarazo vegano

En lo que se refiere al veganismo: Mi familia Vegana de Míriam Martínez Biarge y Vegetarianos con Ciencia de Lucía Martínez Argüelles.
En lo que se refiere al embarazo: “Comer, amar, mamar” que recoge en un solo volumen los tres grandes libros del pediatra Carlos González (Mi niño no me come, Bésame mucho y Un regalo para toda la vida).
En lo que se refiere a la lactancia: “Somos la leche” de Alba Padró.

En este artículo tienes un listado de dietistas-nutricionistas que están especializados en dietas veganas

https://www.madridvegano.es/nutricionista-vegano/

https://circuloveggie.com/ (Colaborador con Madrid Vegano)

https://www.centroaleris.com/aleris-clinic/ (Colaborador con Madrid Vegano)

En este vídeo de IGTV hablo de mi suplementación en mi embarazo vegano y postparto con lactancia materna

https://www.instagram.com/tv/CDJeUh3IDhi/

Si valoras nuestro trabajo, te gusta nuestro artículo sobre Embarazo vegano: paso a paso y te gustaría ayudarnos a seguir, puedes invitarnos a un café simbólico aquí.

Fotos | Elisa Blanco Barba

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 

Necesitamos tu nombre, email y web (opcional) para poder publicar tu comentario. Los datos introducidos solo serán utilizados para ese propósito.  En cualquier momento podrás ejercer tu derecho de acceso, rectificación, cancelación, información y oposición tal y como se describe en nuestra política de privacidad