(Las consecuencias del confinamiento por el COVID-19 han traído consigo el cierre definitivo de un proyecto que comenzó a andar a principios de marzo unos días antes del estado de alarma).
A principios de marzo, Apus Vegan abrió sus puertas en La Latina, a unos pocos metros de la Plaza Mayor, para ofrecer comida peruana, refinada y vegana. Este restaurante tiene un hermano mayor muy conocido en el barrio de Chamberí, Los Andenes Vegan, con una andadura de casi ya dos años a sus espaldas. Ahora el chef Renzo se ha puesto al frente de este nuevo proyecto cuya base sigue siendo la comida peruana y vegana, pero con el que aspira a “ir más allá en los sabores” y conseguir sorprender a su clientela no vegana con una propuesta 100 % vegetal. Nos explica que con este restaurante materializa un sueño y que ha seleccionado los alimentos que componen sus platos para dar un sabor auténticamente peruano, gracias a ingredientes que le dan un toque refinado y gourmet.
Frejoles con seco
En su carta apuesta como primeros por la causa encevichada, el ceviche, la papa a la huancaina y el tamal con Heura; mientras que el ají de gallina con Heura, el chicharrón de calamar, los frejoles con seco, el arroz chaufa mixto, la hamburguesa con bacon y el lomo saltado aparecen como segundos y como postres: la cheesecake de lucuma, el cremoso de chocolate y helados variados -además cada semana crean una tarta distinta. Los precios de los primeros oscilan entre 6,30 y 6,80 euros, de los segundos entre 9 y 12,50 euros y los postres de cuatro a seis euros. Su idea es que la carta vaya aumentando poco a poco con platos que representen tan bien como los anteriores lo mejor de la cocina peruana. Prácticamente el 100 % de la carta no lleva gluten y el chef nos explica que las dimensiones de la cocina hacen que no exista una contaminación cruzada, aunque nos indica que solo el chicharrón de calamar contiene gluten y nos comenta que la idea de ofrecer más platos sin gluten era algo que tenían muy presente en Apus Vegan.
El local es muy amplio -ideal para grupos grandes-, consta de varios ambientes y es accesible para personas con problemas de movilidad. Además para quienes vayáis con bebés, deciros que cuentan con trona y que el baño dispone de cambiador -algo que no se suele ser habitual y que se agradece mucho cuando se encuentra. También es un restaurante dog-friendly. La decoración derrocha calidez: nos gustaron las lámparas, los toques vegetales, los sombreros… Tanto esta como la comida, la música y el exquisito y cercano servicio hacen que el espacio y la experiencia de comer en él sean sumamente agradables.
Papa a la huancaina
En nuestra visita nos decantamos por dos primeros y dos segundos de la carta y de postre, pedimos la cheesecake de lucuma, aunque, por cortesía de chef, probamos también el cremoso de chocolate y helado en un plato combinado que os mostraremos en una fotografía. Preguntamos por el menú de día y nos comentaron que solo lo tienen lunes, miércoles y jueves en horario de comida, los martes cierran. La verdad es que la comida peruana nos encanta y nos decantamos por la papa a la huancaina, una apuesta segura para quienes les guste la patata, y probamos un plato que no conocíamos: la causa encevichada, que nos sorprendió por la combinación de sabores y nos pareció exquisito.
Arroz chaufa mixto
De segundos, no podía faltar el arroz chaufa mixto, con una riquísima salsa de soja, y los frejoles con seco, una propuesta contundente que también fue la primera vez que comimos. Nada más ver la carta, nos llamó la atención la cheesecake de lucuma, y como ya conocíamos el sabor de la lucuma y nos gusta, pues nos lanzamos y el resultado nos agradó. En general, se puede destacar el notable nivel de todos los platos, elegir unos u otros es más cuestión de gustos personales y la relación entre calidad, cantidad y precio es sobresaliente. No queremos olvidar la chica morada con la que nos obsequiaron antes de pedir, deliciosa, ligera, fresquita y con un toque de arándano delicioso.
Cheesecake de lucuma, cremoso de chocolate y helado
El resultado fue una comida excelente en todos los sentidos, que disfrutamos mucho y en la que nos sentimos muy a gusto, añadir que íbamos con un bebé, pero nos lo pusieron extremadamente fácil, no solo con su cercanía y buen servicio, sino con las instalaciones que facilitan acudir con niños o niñas pequeños o pequeñas. Así que, os podemos confirmar que junto a la céntrica y turística plaza Mayor, Apus Vegan se convierte en una gran opción para comer o cenar sin sufrimiento animal.
Apus Vegan
Calle Grafal, 2
Madrid. Metro | La Latina o Tirso de Molina
Fotos | Madrid Vegano.