Obstrucción climática de la industria de la carne y lácteos al descubierto

Las tácticas de la industria de la carne y lácteos para la obstrucción climática han quedado al descubierto en un nuevo informe realizado por la fundación Changing Markets.. The New Merchants of Doubt: How Big Meat and Dairy Avoid Climate Action analiza la influencia global de 22 de las mayores empresas de carne y lácteos en cuatro continentes, junto con sus poderosos grupos comerciales. Las puertas giratorias, los conflictos de intereses y el acceso privilegiado a los principales responsables de las políticas permiten a la industria ganadera mundial bloquear el monitoreo y la regulación de las emisiones.

El informe señala que estos gigantes industriales hacen un mal uso del controvertido indicador de metano GWP (Potencial de calentamiento global) para restar importancia al impacto climático de la ganadería, financiando a científicos para que engañen a los responsables políticos. Las tácticas greenwashing, las falsas afirmaciones sobre el clima y la desinformación dirigida a la Generación Z subrayan la necesidad urgente de una legislación más estricta sobre la industria de la carne y los lácteos.

Las tácticas de la industria de la carne y lácteos para distraer, retrasar y hacer fracasar las medidas climáticas

El informe revela cómo las grandes empresas cárnicas y lácteas convencen a los responsables políticos del excepcionalismo agrícola y minimizan su impacto climático. Lo hacen mediante la divulgación científica engañosa sobre las emisiones de metano y la promoción de soluciones diseñadas para favorecer sus intereses.

En sus páginas se analiza cómo las grandes corporaciones de la carne y los lácteos y sus grupos comerciales hicieron descarrilar 10 políticas ambientales prometidas en el Pacto Verde Europeo y el impuesto a las emisiones agrícolas recientemente eliminado de Nueva Zelanda. El poderoso grupo de presión Copa-Cogeca emplea tácticas como la intimidación y el alarmismo sobre la doble regulación, la seguridad alimentaria y la “fuga de emisiones”. Este grupo afirma falsamente que las políticas verdes perjudican a los pequeños agricultores, a pesar de que los agricultores más pequeños y más jóvenes se sienten no representados por el grupo.

La investigación descubre conflictos de intereses, con políticos que se benefician de los subsidios agrícolas que se supone que deben reformar y puertas giratorias donde los expertos en políticas rotan entre la industria y los cargos públicos. Los documentos de libertad de información revelan el extraordinario acceso político de los lobbies de las grandes empresas cárnicas y lácteas, con más de 600 reuniones de alto nivel con la Comisión Europea en la última década. Los memorandos internos revelan cómo el principal grupo de la industria láctea europea celebró haber dejado al metano fuera de la legislación sobre calidad del aire y se está preparando para mantenerlo así en las próximas revisiones de la ley previstas para 2025.

Publicidad engañosa sobre la carne y lácteos hacia los jóvenes

La industria de la carne y los lácteos está especialmente preocupada por las generaciones más jóvenes, que consumen menos carne y productos lácteos que las generaciones anteriores. Por lo tanto, se dirige a la Generación Z con campañas publicitarias engañosas en TikTok e Instagram, promocionando falsamente la carne y los productos lácteos como opciones sostenibles y más saludables en países de alto consumo como Estados Unidos y el Reino Unido, en contra de las recomendaciones de la OMS.

Los datos indican que las grandes empresas cárnicas y lácteas gastan unos pocos céntimos en soluciones de bajo carbono, pero más en publicidad. JBS, la mayor empresa cárnica del mundo, gasta solo el 0,03% de sus ingresos en su plan de cero emisiones netas, mientras que Fonterra, Nestlé y Arla gastan más en publicidad que en soluciones climáticas.

Estafa del cero neto: no cumplen los estándares de la ONU

Los sistemas alimentarios contribuyen aproximadamente a un tercio de las emisiones globales, de las cuales el 60% proviene de la agricultura animal, la mayor fuente de metano de origen humano. Sin embargo, solo 15 de las 22 grandes empresas de carne y lácteos tienen un objetivo de cero emisiones netas, y ninguna cumple con los estándares de la ONU.

Tergiversación de las mediciones del metano para ocultar el impacto climático

El último truco científico que la industria sacó de la manga es la controvertida métrica del metano GWP, que minimiza el impacto climático de la ganadería. Al menos diez grandes grupos de la industria de la carne y los lácteos en cuatro continentes promueven el GWP. Además esta métrica engañosa se está considerando actualmente para su adopción en grandes países exportadores de carne de vacuno y productos lácteos como Irlanda y Nueva Zelanda. El profesor de Oxford Myles Allen, cuyo grupo de investigación recibe financiación de Beef and Lamb New Zealand y la Unión Nacional de Agricultores, inventó esta métrica. Mientras tanto, Frank Mitloehner, del centro CLEAR de la UC Davis financiado por la industria, utiliza la métrica para argumentar que pequeñas reducciones de metano hacen que la industria sea “climáticamente neutral” o incluso contribuyen al “enfriamiento”.

En lugar de abordar el problema, se resisten a cambios hacia dietas más saludables y sostenibles

Nusa Urbancic, directora ejecutiva de la Changing Markets Foundation, explica: “Este informe expone la flagrante hipocresía de las grandes empresas cárnicas y lácteas. Afirman estar comprometidas con las soluciones climáticas mientras emplean tácticas engañosas para distraer, retrasar y descarrilar acciones significativas. Estas tácticas reflejan las de las grandes petroleras y tabacaleras, lo que les permite continuar con sus prácticas nocivas sin control”.

“Las emisiones de metano del ganado son un importante impulsor del cambio climático, creando una crisis para el medio ambiente, la salud pública y la seguridad alimentaria futura. En lugar de abordar este problema seriamente, nuestra investigación revela que las grandes empresas cárnicas y lácteas, incluidas las principales marcas mundiales, han hecho lobby contra la legislación progresista. Han maquillado sus productos para engañar a los consumidores y se han resistido al cambio hacia dietas más saludables basadas en plantas. Este informe demuestra además que la verdadera batalla no radica en decirle a la gente qué comer, sino en regular los intereses corporativos y frenar su influencia en el fracaso de los esfuerzos por abordar la crisis climática”.

Aquí puedes conseguir el informe al completo

The New Merchants of Doubt es el resultado de una colaboración de 18 meses entre 15 periodistas de investigación e investigadores expertos. Incorpora los hallazgos de las solicitudes de libertad de información y presenta estudios de casos de los EE. UU., la UE, Australia, Nueva Zelanda, Brasil, el Reino Unido e Italia. Aquí lo puedes leer. Las empresas investigadas para este informe son: Arla, Bigard, Cargill, DFA, Danish Crown, Danone, DMK, Fonterra, FrieslandCampina, Itoham, JBS, Lactalis, Marfrig, Mengniu, Nestle, NH Foods Group, OSI Group, Saputo, Tyson, Vion, WH Group, Yili.