Las croquetas de El Perro Gamberro se han convertido en toda una sensación y conquistan paladares veganos y no veganos en Madrid. Se han colado en las listas de las mejores croquetas de la capital y han sido alabadas por medios especializados como Croquetas en Madrid y destacadas en medios generalistas como El Español, ABC y Madrid Directo. Una hazaña que demuestra algo que aquí ya sabíamos que las recetas veganas bien cocinadas nada tienen que envidiar a las tradicionales. Charlamos con Virginia Mayo Molina, fundadora de El Perro Gamberro para que nos cuente los secretos mejor guardados de sus ricas croquetas.
La base de las croquetas de El Perro Gamberro es un guiso, Virginia nos cuenta que hace un sofrito con cebolla, puerro y ajo porque le resulta más sabroso y después que ya se añade lo que se quiera. Mientras conversamos, bolea croquetas directamente en pan rallado -se lo hace la panadería- sin ningún sustituto del huevo y nos comenta: “Estas son de calabaza al curry con leche de coco. Lo primero que hago es un guiso con un buen sofrito y bastante calabaza y un poco de curry y después sobre eso añado harina y leche de coco, poco a poco para hacer la bechamel y quedan fantásticas”.
El truco para que la croqueta no se abra es utilizar bastante aceite y que esté muy caliente, además la masa no debe estar caliente y es recomendable que haya reposado unas cuantas horas. “La croqueta debe hacerse con su tiempo”, nos explica.
Las croquetas de El Perro Gamberro siempre recién hechas
El resultado de este proceso es una croqueta jugosa, crujiente y un tamaño generoso. “A mí no me gusta ir a un sitio y que me pongan las croquetas pequeñas”, nos confiesa Virginia, mientras nos apunta que los ingredientes de las croquetas los van marcando las estaciones. Así en invierno es habitual encontrar las croquetas de El Perro Gamberro con calabaza, mientras que las espinacas aparecen durante todo el año y en otoño-invierno es frecuente que aparezcan las setas.
“Ahora estamos haciendo muchas de coliflor porque es temporada de coliflor y de lombarda con manzana”, apunta y nos confiesa: “Mis preferidas son unas que hacemos en verano cuando hay higos frescos. Esa croqueta me encanta y en agosto la hacemos mucho”.
Las croquetas de El Perro Gamberro son frescas, la masa se hace cada mañana y van variando. En total, cada día se venden unas 90 croquetas y recuerda Virginia que son populares desde que abriera en su primera ubicación en la calle Segovia. “Impactó que una croqueta pueda ser tan variada, tan cremosa, la gente no estaba acostumbrada a una croqueta vegana tan cremosa” y desde entonces las croquetas salen a diario de la cocina con nuevos sabores en base a la estación y al producto del mercado.
La ración de croquetas (o croquetones) consta de seis unidades y su precio son ocho euros.
En nuestra visita probamos las croquetas de calabaza, curry y leche de coco y también de champiñón al ajillo con cebolla, puerro y finalmente con un poco de perejil. Aunque su fama ya las precede, deciros que las croquetas de El Perro Gamberro están deliciosas y son más que recomendables. Se han ganado merecidamente ser la joya de la corona de la taberna.
El Perro Gamberro
Calle Benito de Castro, 4
Madrid. Metro | Manuel Becerra
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Fotos | Madrid Vegano